Participacion de la mujer
en el proceso de independedencia de
Bolivia
Participacion de la mujer en la la independencia de
Bolivia.
La participación de
la mujer en el proceso de la independencia de nuestro país fue activa e importante, tanto mujeres
indígenas, mestiza como las criollas fueron determinantes para lograr la
independencia de nuestro país, lucharon
con el mismo fervor patriótico que los hombres.
Si bien es más reconocida y está documentado la participación de la mujer criolla dentro
este proceso, no es menos meritoria e importante la participación de la mujer
indígena y mestiza, en este documento haremos un recuento de algunas de las
mujeres aguerridas y valerosas.
Mujer indígena en el proceso de independencia
La mujer indígena en la
colonización se llevó la peor parte, puesto que el rol que tenían era totalmente de abuso a cualquier,
tanto físico como emocional, se convierte en esclava dentro del
trabajo en las minas y haciendas,
víctima sexual de los colonizadores con
derecho de pernada, amancebamientos,
además la iglesia impuso la depositada de un mes antes que se casaran.
Ante
tanto abuso a los indígenas y especialmente a la mujer hubo mujeres indígenas como Bartolina Sisa y Gregoria
Apaza Tomasina Silvestre, Maria Teresa Guanca,
Isidora
Katari Flores, Josefa Goya,
Maria
Quiroz,
Francisca
Orozco,
Agustina
Serna
que lucharon en contra los colonizadores y sus abusos.
Gregoría
Apaza, la llamaban la Reyna organizo a las mujeres
aymaras a recoger y juntar piedras, con el fin lanzar contra los enemigos.
Asimismo se encaraba de suministros necesaria para las tropas guerreras y
después asumiría la conducción de las tropas militares indígenas, incluso en
algunas batallas más peligrosas se vistió de hombre.
Se
la condena a morir en la horca, y para su ejecución le sacaron de la
cárcel montada sobre una bestia y en su cabeza estaba puesto la clásica corona
de clavos y espinas: además tenía un aspa pesada en la mano que simboliza el
cetro. La pasearon junto a Bartolina Sisa por las calles y plazas de los
colonos españoles de La Paz. Hasta que fue puesta en el cadalso y ahorcada
hasta morir.
Sus piezas corpóreas, después de ser
despedazadas tienen el rotulo con su nombre y son llevado a la Capital
Achacachi; su cabeza es clavada en Sorata, en el lugar donde se asentó al lado
de Andrés Tupac Amaru presenciando el ajusticiamiento de los españoles
europeos. Después de un tiempo como de costumbre, sus restos son recogidos y
echados al fuego, para después arrojarlos sus cenizas a los cuatro vientos.
Si bien nombramos a estas dos
heroínas como representativas en este proceso hacia la independencia la lucha sobre los vejámenes
que estas sufrían por parte de los colonizadores no cambio mucho después de la
independencia, la degradación hacía la
mujer indígena no tuvo limites, pero la lucha de estas valerosas mujeres para
su liberación es digna de admiración y respeto, puesto que lucharon contra los
colonizadores aun sabiendo que los criollos no harían mucho cambio en sus
derechos, como personas y mujeres.
Participacion de la mujer mestiza y criolla en el procesos
de independencia
Durante la colonización el papel de la
mujer siempre fue de sumisión y obediencia al varón, la mujer mestiza además de
ser sometida debería cumplir con trabajos de manera igualitaria con los
varones, siendo un pilar importante dentro de la economía de los mismos,
trabajando de manera igual y además sufriendo de abusos, si bien al mujer
criolla gozaba de muchos beneficios como
el de contar con servidumbre y realizar trabajos netamente domésticos, esta
nunca era tomada en cuenta era más vista como un niño.
Durante el proceso de la independencia la
no solo apoyo cuidando a los heridos cocinando y ayudando a planear algunas
conspiraciones, también acompaño a sus maridos al campo de batalla como es el
caso de Juana Azurduy de Padilla que espada en mano lucho contra los colonizadores,
o las heroínas de la Coronilla de Cochamba que ante la ausencia de los varones,
salieron al frente a luchar por la independencia.
Juana
Azurduy de Padilla, colaboró
activamente con su marido para organizar el escuadrón que sería conocido como
Los Leales, el cual debía unirse a las tropas enviadas desde Buenos Aires para
liberar el Alto Perú. Durante el primer año de lucha, Juana se vio obligada a
abandonar a sus hijos y entró en combate en numerosas ocasiones, ya que la
reacción realista desde Perú no se hizo esperar. La Audiencia de Charcas quedó
dividida en dos zonas, una controlada por la guerrilla y otra por los ejércitos
leales al rey de España.
Mención especial merece la intervención de Juana en la región de Villar,
en el verano de 1816. Su marido tuvo que partir hacia la zona del Chaco y dejó
a cargo de su esposa esa región estratégica, conocida también en la época como
Hacienda de Villar. Dicha zona fue objeto de los ataques realistas, pero Juana
organizó la defensa del territorio y, en una audaz incursión, arrebató ella
misma la bandera del regimiento al jefe de las fuerzas enemigas y dirigió la
ocupación del Cerro de la Plata. Por esta acción y con los informes favorables
de Belgrano, el gobierno de Buenos Aires, en agosto de 1816, decidió otorgar a
Juana Azurduy el rango de teniente coronel de las milicias, las cuales eran la
base del ejército independentista de la región.
Tras la proclamación de la
independencia de Bolivia en 1825, Juana intentó en numerosas ocasiones que el
gobierno de la nueva nación le devolviera sus bienes para poder regresar a su
ciudad natal, pero a pesar de su prestigio no consiguió una respuesta favorable
de los dirigentes políticos. Murió en la provincia argentina Jujuy a los
ochenta años de edad, en la más completa miseria: su funeral costó un peso y
fue enterrada en una fosa común. Sólo póstumamente se le reconocerían el valor
y los servicios prestados al país.
Doña Gregoria Araníbar de Matos, esposa del patriota salvador Matos, fue flagelada y maltratada
sobre un cañón en la plaza pública, por ser esposa de un traidor de la corona y
haber participado en algunas conspiraciones contra los realistas. Al estar
moribunda y al pie de la ahorca donde yacía su moribundo esposo declaró las
siguientes palabras: “Mártir de la Patria, sube al cielo, tú me enseñaste a
vivir, ahora me enseñas a morir. Te juro no ser desleal a la causa de la
libertad”. (Costa: 1997:204)
A pesar que la mujer actúa de manera
activa en proceso de independencia el reconocimiento a su labor no se sintió puesto
que en la época de la republica estas siguieron siendo menospreciada y relegada
a un segundo lugar tratada como un niño y viéndola como objeto de reproducción y
sexual.
Conclusion
En la historia
siempre se enaltece la participación del hombre como actor principal de los
sucesos más importantes de los países, y no se menciona la participación de la
mujer como actor, este es el caso de el proceso de independencia, donde la
mujer tuvo un papel importante y trascendental, sin embargo no se menciona y se
le da el valor que esta merece, y se la menciona como colaboradora y no así
como patriotas. Pero si se revisa las
fuentes históricas se puede ver a la mujer participando en la independencia
hombro a hombro con el hombre y entregándolo todo. Entregó su vida lo mismo que
los hombres a la causa libertaria patriótica.
Por otro lado tomando en
cuenta la importancia de la participación de la mujer en la independencia, en
la época de la Republica su papel dentro de la sociedad no sufrió muchos
cambios, las indígenas pasaron a ser propiedad de los criollos, y la mujer criolla siguió en su papel de madre
abnegada.
La
mujer vota recién desde 1952, hasta ese año
las mujeres no tenía derecho de votar, no tenía derechos como la libertad, a estudiar,
Aún queda mucho que recorrer,
aprender y sobre todo enseñar, las nuevas generaciones deberían conocer la
historia pero además reconocer que el papel de la muer en al historias de
Bolivia antes durante y después de la Republica fue trascendental, sin importar
las clases sociales.
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