miércoles, 4 de junio de 2014

Participacion de la mujer en el proceso de  independedencia de Bolivia

Participacion de la mujer en la la independencia de Bolivia.


La participación de la mujer en el proceso de la independencia de nuestro país  fue activa e importante, tanto mujeres indígenas, mestiza como las criollas fueron determinantes para lograr la independencia de nuestro país, lucharon con el mismo fervor patriótico que los hombres.

Si bien es más reconocida y está documentado  la participación de la mujer criolla dentro este proceso, no es menos meritoria e importante la participación de la mujer indígena y mestiza, en este documento haremos un recuento de algunas de las mujeres aguerridas y valerosas.

Mujer indígena en el proceso de independencia


La mujer indígena en la colonización se llevó la peor parte, puesto que el rol que  tenían era totalmente de abuso a cualquier, tanto físico como emocional,   se convierte en esclava dentro del trabajo  en las minas y haciendas, víctima sexual de los colonizadores con  derecho de pernada, amancebamientos, además la iglesia impuso la depositada de un mes antes que se casaran.
Ante tanto abuso a los indígenas y especialmente a la mujer hubo mujeres  indígenas como Bartolina Sisa y Gregoria Apaza Tomasina Silvestre, Maria Teresa Guanca, Isidora Katari Flores, Josefa Goya, Maria Quiroz, Francisca Orozco, Agustina Serna que lucharon en contra los colonizadores y sus abusos.



 Bartolina Sisa, esposa de Tupaj Amaru, nació en Caracato (actual provincia Loayza – La Paz) fue nombrada virreina por los rebeldes y comando un sector importante del ejército indio, ubicando su cuartel general en Pampajasi. Fue apresada por el ejército español el 2 de julio de 1781, juzgada y sentenciada a morir en la horca. Antes de ser ejecutada fue conducida desnuda atada a la cola de un caballo, por las calles de la paz hasta el cadalso levantado en la plaza de armas, junto con Gregoria Apaza y otros indios fue ahorcada en la paz el 5 de septiembre de 1782. Se clavó su cabeza en una picota, que se expuso primero en Cruzpata (Alto San Pedro, la paz) sus manos con un rotulo con su nombre fueron llevadas a Pampajasi y luego a Ayo Ayo y Sapahaqui.


Gregoría Apaza,  la llamaban la Reyna organizo a las mujeres aymaras a recoger y juntar piedras, con el fin lanzar contra los enemigos. Asimismo se encaraba de suministros necesaria para las tropas guerreras y después asumiría la conducción de las tropas militares indígenas, incluso en algunas batallas más peligrosas se vistió de hombre.
Se  la condena a morir en la horca, y para su ejecución le sacaron de la cárcel montada sobre una bestia y en su cabeza estaba puesto la clásica corona de clavos y espinas: además tenía un aspa pesada en la mano que simboliza el cetro. La pasearon junto a Bartolina Sisa por las calles y plazas de los colonos españoles de La Paz. Hasta que fue puesta en el cadalso y ahorcada hasta morir.
Sus piezas corpóreas, después de ser despedazadas tienen el rotulo con su nombre y son llevado a la Capital Achacachi; su cabeza es clavada en Sorata, en el lugar donde se asentó al lado de Andrés Tupac Amaru presenciando el ajusticiamiento de los españoles europeos. Después de un tiempo como de costumbre, sus restos son recogidos y echados al fuego, para después arrojarlos sus cenizas a los cuatro vientos.
Si bien nombramos a estas dos heroínas como representativas en este proceso hacia  la independencia la lucha sobre los vejámenes que estas sufrían por parte de los colonizadores no cambio mucho después de la independencia,   la degradación hacía la mujer indígena no tuvo limites, pero la lucha de estas valerosas mujeres para su liberación es digna de admiración y respeto, puesto que lucharon contra los colonizadores aun sabiendo que los criollos no harían mucho cambio en sus derechos, como personas y mujeres.

Participacion de la mujer mestiza y criolla en el procesos de independencia


Durante la colonización el papel de la mujer siempre fue de sumisión y obediencia al varón, la mujer mestiza además de ser sometida debería cumplir con trabajos de manera igualitaria con los varones, siendo un pilar importante dentro de la economía de los mismos, trabajando de manera igual y además sufriendo de abusos, si bien al mujer criolla gozaba de muchos  beneficios como el de contar con servidumbre y realizar trabajos netamente domésticos, esta nunca era tomada en cuenta era más vista como un niño.
Durante el proceso de la independencia la no solo apoyo cuidando a los heridos cocinando y ayudando a planear algunas conspiraciones, también acompaño a sus maridos al campo de batalla como es el caso de Juana Azurduy de Padilla que espada en mano lucho contra los colonizadores, o las heroínas de la Coronilla de Cochamba que ante la ausencia de los varones, salieron al frente a luchar por la independencia.

Juana Azurduy de Padilla, colaboró activamente con su marido para organizar el escuadrón que sería conocido como Los Leales, el cual debía unirse a las tropas enviadas desde Buenos Aires para liberar el Alto Perú. Durante el primer año de lucha, Juana se vio obligada a abandonar a sus hijos y entró en combate en numerosas ocasiones, ya que la reacción realista desde Perú no se hizo esperar. La Audiencia de Charcas quedó dividida en dos zonas, una controlada por la guerrilla y otra por los ejércitos leales al rey de España.
Mención especial merece la intervención de Juana en la región de Villar, en el verano de 1816. Su marido tuvo que partir hacia la zona del Chaco y dejó a cargo de su esposa esa región estratégica, conocida también en la época como Hacienda de Villar. Dicha zona fue objeto de los ataques realistas, pero Juana organizó la defensa del territorio y, en una audaz incursión, arrebató ella misma la bandera del regimiento al jefe de las fuerzas enemigas y dirigió la ocupación del Cerro de la Plata. Por esta acción y con los informes favorables de Belgrano, el gobierno de Buenos Aires, en agosto de 1816, decidió otorgar a Juana Azurduy el rango de teniente coronel de las milicias, las cuales eran la base del ejército independentista de la región.
Tras la proclamación de la independencia de Bolivia en 1825, Juana intentó en numerosas ocasiones que el gobierno de la nueva nación le devolviera sus bienes para poder regresar a su ciudad natal, pero a pesar de su prestigio no consiguió una respuesta favorable de los dirigentes políticos. Murió en la provincia argentina Jujuy a los ochenta años de edad, en la más completa miseria: su funeral costó un peso y fue enterrada en una fosa común. Sólo póstumamente se le reconocerían el valor y los servicios prestados al país.
Doña Gregoria Araníbar de Matos, esposa del patriota salvador Matos, fue flagelada y maltratada sobre un cañón en la plaza pública, por ser esposa de un traidor de la corona y haber participado en algunas conspiraciones contra los realistas. Al estar moribunda y al pie de la ahorca donde yacía su moribundo esposo declaró las siguientes palabras: “Mártir de la Patria, sube al cielo, tú me enseñaste a vivir, ahora me enseñas a morir. Te juro no ser desleal a la causa de la libertad”. (Costa: 1997:204)

A pesar que la mujer actúa de manera activa en proceso de independencia el reconocimiento a su labor no se sintió puesto que en la época de la republica estas siguieron siendo menospreciada y relegada a un segundo lugar tratada como un niño y viéndola como objeto de reproducción y sexual.

Conclusion


En la historia siempre se enaltece la participación del hombre como actor principal de los sucesos más importantes de los países, y no se menciona la participación de la mujer como actor, este es el caso de el proceso de independencia, donde la mujer tuvo un papel importante y trascendental, sin embargo no se menciona y se le da el valor que esta merece, y se la menciona como colaboradora y no así como patriotas. Pero si se revisa las fuentes históricas se puede ver a la mujer participando en la independencia hombro a hombro con el hombre y entregándolo todo. Entregó su vida lo mismo que los hombres a la causa libertaria patriótica.

Por otro lado tomando en cuenta la importancia de la participación de la mujer en la independencia, en la época de la Republica su papel dentro de la sociedad no sufrió muchos cambios, las indígenas pasaron a ser propiedad de los criollos,  y la mujer criolla siguió en su papel de madre abnegada.
La mujer vota recién desde 1952, hasta ese año  las mujeres no tenía derecho de votar, no tenía  derechos como la  libertad, a estudiar,
Aún queda mucho que recorrer, aprender y sobre todo enseñar, las nuevas generaciones deberían conocer la historia pero además reconocer que el papel de la muer en al historias de Bolivia antes durante y después de la Republica fue trascendental, sin importar las clases sociales.

Bibliografía

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